Se ubica en el patio interior del Capitolio de La Habana (Cuba), un Mefistófeles con una particularidad única en el mundo: a diferencia de otros ángeles, este posa en una actitud triunfante, casi desafiante: puño alzado y alas reposadas. Parece estar disfrutando con la luz cenital que lo baña.
Se desconoce el año en que fue terminada la obra. Lo cierto es que Buemi conoció personalmente al político cubano de origen italiano Orestes Ferrara, que había obtenido el grado de coronel en la última guerra por la independencia, y le obsequió dicha estatua de bronce en 1910 (no se sabe si ocurrió en Italia o en La Habana)
Durante el gobierno de Machado, entre 1925 y 1933, Ferrara fue embajador de Cuba en EEUU, pero para esos años ya Buemi había fallecido. Por ello resulta un misterio el destino de la estatua previo a que Ferrara la entregase al Capitolio de La Habana.
Hay quienes opinan que la misma vivió una época de extenso recorrido junto a su nuevo dueño, hasta llegar a su domicilio de la calle 27, esquina a M, en el céntrico Vedado.
Otros alegan que en más de una ocasión se entregó la estatua a diversas instituciones públicas pero cuando conocían el significado de la misma, la rechazaban. Después de un largo peregrinar, en 1932 Ferrara la donó al Capitolio.
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La palabra demonio o daemon procede del griego «demon» (genio), un ser sobrenatural descrito como algo que no es humano y que usualmente resulta malévolo. Así y todo, la connotación negativa fue algo que distintas religiones de Oriente Medio fueron añadiendo al concepto de demonio con el paso de los siglos.
Durante el gobierno de Machado, entre 1925 y 1933, Ferrara fue embajador de Cuba en EEUU, pero para esos años ya Buemi había fallecido. Por ello resulta un misterio el destino de la estatua previo a que Ferrara la entregase al Capitolio de La Habana.
Hay quienes opinan que la misma vivió una época de extenso recorrido junto a su nuevo dueño, hasta llegar a su domicilio de la calle 27, esquina a M, en el céntrico Vedado.
Otros alegan que en más de una ocasión se entregó la estatua a diversas instituciones públicas pero cuando conocían el significado de la misma, la rechazaban. Después de un largo peregrinar, en 1932 Ferrara la donó al Capitolio.
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La palabra demonio o daemon procede del griego «demon» (genio), un ser sobrenatural descrito como algo que no es humano y que usualmente resulta malévolo. Así y todo, la connotación negativa fue algo que distintas religiones de Oriente Medio fueron añadiendo al concepto de demonio con el paso de los siglos.
En el Antiguo Testamento al enemigo de Dios se le llama «Satán», nombre hebreo que significa literalmente perseguidor o adversario. Paradójicamente, el Satán reflejado en los estratos más antiguos de la Biblia nada tiene que ver con ángeles caídos, ni con demonios corrientes, ni con el origen del mal... simplemente es un ángel a las órdenes de Yahvé encargado de ciertas tareas desagradables.
Lucifer —del latín, portador de luz— el más bello de los ángeles, se convirtió en Satanás al rebelarse contra la divinidad. Esto es, el Diablo, del griego calumniador.
Según la tradición cristiana, Satanás es el jefe de los ángeles que, antes de la creación del hombre, se rebelaron contra Dios por soberbia y envidia, y fueron precipitados al infierno.
Personifica al mal y se le llama también el Gran Enemigo de Dios, el Tentador, el Príncipe de las Tinieblas, el Malo. En el Nuevo Testamento se le llama además Belcebú, el Maligno… Mucho después, Tertuliano lo llamó el Mono de Dios. Por haber sido sacado del cielo y condenado al infierno, se le llama asimismo el Ángel Caído. Precisamente este es el título con el que ``bautizó´´ Salvatore Buemi su escultura. Aunque, como diría Ciro Bianchi, parece más ``un ángel rebelde´´.
Personifica al mal y se le llama también el Gran Enemigo de Dios, el Tentador, el Príncipe de las Tinieblas, el Malo. En el Nuevo Testamento se le llama además Belcebú, el Maligno… Mucho después, Tertuliano lo llamó el Mono de Dios. Por haber sido sacado del cielo y condenado al infierno, se le llama asimismo el Ángel Caído. Precisamente este es el título con el que ``bautizó´´ Salvatore Buemi su escultura. Aunque, como diría Ciro Bianchi, parece más ``un ángel rebelde´´.
Aunque es un tema extenso y controvertido me parece maravilloso que exista dicho monumento en La Habana.
¡ Estéticamente es perfecto !
¡ Estéticamente es perfecto !
Demonios por el mundo
La estatua de Bafhomet de tres metros, levantada tras una recaudación pública por el Templo Satánico, busca representar la libertad individual, el pensamiento crítico y la separación entre Estado y religión.
El ángel caído del Retiro (666), Madrid
La escultura de Ricardo Bellver representa el momento en el que Lucifer es expulsado del Cielo por liderar una revolución de ángeles y rebelarse contra Dios, pasando a llamarse Satanás. Se encuentra exactamente a 666 metro sobre el nivel del mar. ¿A nadie le suena ese número?
El demonio de Arequipa
Un demonio se retorciéndose de maldad debajo del púlpito, en un recordatorio eterno de que el bien gana al mal.
Monumento al Traforo del Frejus, Turín
Sobre las grandes rocas del túnel que une Italia y Francia y que se apoyan en forma de pirámide, descansa una esbelta figura alada con un lucero en la frente: Lucifer antes de su caída.
El diablo de Tandapi, Ecuador
La escultura del ``Poder brutal´´ muestra la estremecedora cara del demonio observando desde las alturas. Tallada en la roca más salvaje por César Octaviano Cristóbal Buenaño Núñez, es ya un símbolo de fuerza interior y de voluntad humanas.
MichelleVS
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